Esta obra representa un ave fénix en pleno ascenso con gran fuerza y energía. El ave fénix está delineada por trazos azules que le otorgan un aspecto dinámico y lleno de movimiento. Sus alas, en tonos violetas, dan la impresión de desplegarse con majestuosidad, mientras que sus muslos con una apariencia similar a los de un atleta agregan una sensación de fuerza bruta y vitalidad al fénix.

El fondo, compuesto por un color verde, proporciona una sensación de renacimiento y regeneración, lo cual es apropiado para el tema del ave fénix, que renace de sus cenizas. Los pequeños detalles en color caramelo añaden un toque de calidez y contraste al fondo, acentuando la intensidad de la escena.
En conjunto, esta obra representa la resurrección y la potencia del ave fénix, con un enfoque en su vitalidad y fuerza en lugar de la perfección, lo que le da un aspecto único y lleno de carácter.